miércoles, 22 de abril de 2009

Targidio Bernal Guardia, in memorian

Targidio Bernal Guardia, in memorian
Guillermo Tatis Grimaldo, hijo
Especial para La Estrella de Panamá.


Nació, creció, procreó, y murió inesperadamente hace tan solo unas semanas. A lo largo de su vida este gran hombre, amigo absoluto y político natural, cultivó este arte por encima de cualquier otro. Encontró tierra fértil en la filosofía liberal, profesó esa ideología y pensamiento político para el bienestar social del país.

Targidio desde muy temprana edad se consagró a las tareas que asumía, sus estudios universitarios así lo reflejan. Obtuvo honores con su tesis de grado, Reglas comunes al Procedimiento Civil, fue laureada y le valió su publicación por la Universidad de Panamá.

En el Poder Judicial se destacó por su precoz habilidad de trabajo pero muy joven lo abandona, seducido por la política. Esta pasión lo persiguió toda su vida, conquistó a través de sus luchas los honores que el país supo recompensarle, fue ministro de Estado, embajador alterno ante las Naciones Unidas, diputado de la República y una infinidad de responsabilidades que les fueron encomendadas a lo largo de su aguerrida vida política. Ocupó los cargos más importantes dentro de su colectivo político y llegó a ser presidente del partido Liberal, en épocas difíciles, cuando se luchaba por la democratización del país y la participación de los partidos en la vida nacional.

Targidio, fue un fogoso orador, se ganó junto a César Pereira Burgos, Pacífico Escalona Ríos y otros diputados, el reconocimiento de legisladores de lujo de la Asamblea de 1980 a 1984, luminarias de oratoria encendida y profunda.

La lealtad fue tal vez su virtud mas preciada, puesta a prueba infinidades de veces. Un testimonio claro de ello se produjo en los años más espinosos de nuestra historia política, cuando le ofrece absoluta lealtad como político y miembro de su gabinete, al presidente Robles y le pide que vuelva al Palacio de las Garzas, que regrese de su casa donde se encontraba abandonado y traicionado por sus enemigos políticos que habían resuelto sacarlo del poder a cuenta de lo que fuera. Targidio en una tarde y en un acto legítimo de probidad había convencido al presidente de que era más digno afrontar las responsabilidades, incluso morir en la Presidencia, que claudicar ante los apetitos mezquinos de sus enemigos.

Este patricio liberal tuvo dotes de hombre sencillo, sincero, reflexivo, honesto y amigo incondicional. Lector integral, analista de la vida política, gran conversador, pero de ideas firmes, capaz de llevar el diálogo hasta las últimas consecuencias. En los sitios que concurríamos habitualmente, conversábamos de todo, pero donde caíamos larga e inevitablemente era en su pasión, la política, les puedo asegurar que no la abandonó un solo día.

Targidio tuvo amigos entrañables pero muchas veces fue incomprendido, por ello tuvo además, muchos detractores. Una vez le pregunté que si era feliz, me dijo que no podía responderme porque la felicidad es relativa, “hay momentos dichosos y momentos amargos”, tenía toda la razón. Por ello pido que queden sepultas las críticas de sus opositores que no quisieron ver lo que fue y lo que hizo.

Targidio, hasta siempre amigo. Has partido muy pronto; dice el escritor portugués José Saramago, que así son las intermitencias de la muerte, actúa de forma inesperada.
El autor es diplomático.

lunes, 2 de marzo de 2009

Secuelas de un gra fraude

Secuelas de un gran fraude
Guillermo Tatis Grimaldo, hijo


Efectivamente nos encontramos inmersos en una crisis económica mundial de enormes proporciones y terribles consecuencias. Estados Unidos, responsable de esta verdadera catástrofe lucha por salir adelante con una diversidad de medidas y ayudas financieras otorgadas a bancos y empresas, que aún así, no lucen ni muy claras ni garantizan la salida del atolladero.

Lo que si está claro es que el desastre obedece principalmente al fraude de las hipotecas y a la estafa de Bernard Madoff, entre otras maniobras criminales no menos dañinas. Pero en esencia, a una intrincada gama de factores que van desde la arrogante avaricia del gran capital, pasando por la maraña de estafas de negocios de pirámides para concluir con las especulaciones financieras de bancos y bolsas de valores, por lo demás actitudes arteras y al margen de cualquier rigor decente de hacer negocios.

Hay que señalar que esta dinámica vergonzante estuvo protegida todo el tiempo por la tolerancia gubernamental del anterior gobierno norteamericano, que se negó sistemáticamente a regular e imponer normas tanto claras como estrictas al sector financiero. También es claro que la avalancha amenaza a las demás economías del mundo, y que resueltas, no han tardado en tomar medidas provisoras para evitar cualquier colapso financiero.

Donde todo parece divino es en nuestro país, las voces autorizadas contraviniendo toda lógica elemental han salido al paso para rectificar lo que ellos llaman rumores. Con energía inusual han defendido con vehemencia al mercado financiero, calificándolo de responsable por partida doble. Afirman que tienen más liquidez de la que la ley les obliga, así también dan a entender que sus inversiones de capitales solo las realizan en Panamá, y que no poseen encajes o reservas bancarias significativas en el exterior ni siquiera para el giro ordinario de sus operaciones internacionales, es decir, estamos a salvo del efecto dominó que sí ha afectado a otros Estados.

Pese a ello, creo que todas estas explicaciones son con el claro propósito de tranquilizar a clientes y cuentahabientes del sistema, así como a los medios de producción e inversión financiera, pues a nadie le conviene una campaña de pánico, en eso estamos de acuerdo.

Pero seamos francos, Panamá es un país con instituciones globalizadas, y la banca panameña, la bolsa de valores y todo el sistema financiero son parte de ellas. Para nadie es un secreto que los bancos han empezado a “recoger velas”, a restringir el crédito y a adoptar medidas más severas que las cotidianas para otorgar nuevos préstamos; dudo que sea pura casualidad. Por otro lado, resulta imposible o al menos es increíble suponer que un daño que involucra tantos millones de dólares y a las principales empresas y bancos de Estados Unidos y del mundo no nos afecte para nada.

Además hay otro elemento sensible que afectará de una u otra manera el sistema financiero, y esto no es un secreto, por cuanto todo el que tenga la posibilidad de accesar a la internet, habrá podido leer las 163 páginas hechas públicas por el Tribunal de Quiebras de New York que contienen la lista de las empresas, bancos y millonarios que fueron estafados por el señor Madoff, entre los que se encuentran capitales panameños de inversión, representados por sociedades, fundaciones e ilustres personajes locales, sin contar los defraudados por el señor Murcia que no conocemos aún gracias al celoso cuidado de las autoridades judiciales panameñas.

Veo muy difícil que el país pueda escapar al efecto de una crisis que se deriva de situaciones como estas, sobre todo por el tipo de relación financiera y comercial, estrecha, reciproca y continua que mantiene con los países, instituciones y personas inicialmente afectadas. Mas bien, si no se toman las medidas adecuadas, me temo que los problemas se agravarán y darán paso a una crisis local de grandes proporciones.

Por lo pronto, es incuestionable que ya tenemos un deterioro en el desempaño de la economía, el índice general de precios al consumidor sigue escandalosamente alto pese a que los combustibles han bajado ostensiblemente, y como si fuera poco, se avizoran sensibles reducciones de personal en el sector privado, los índices de construcción y ventas de casas y apartamentos van en picada, ya ha caído en un 30% aproximadamente en los últimos meses, y las exportaciones de productos, tradicionales o no, también muestran declives, entre otros segmentos de la economía nacional.

Sería imperdonable que las autoridades nacionales que manejan el tema se hagan de la vista gorda y adopten la actitud de la triste imagen de los chimpancés que no oyen, no ven y no hablan.
El autor es diplomático.

sábado, 28 de febrero de 2009

Un nuevo caso del Síndrome de Estocolmo

Un nuevo caso del Síndrome de Estocolmo
Guillermo Tatis Grimaldo, hijo

Esta conducta es conocida por el dramatismo que muestra y sus connotaciones; consiste en que las victimas de un secuestro durante el cautiverio, tejen lazos afectivos y desarrollan una forma de complicidad con sus plagiarios en una rara inversión de valores que los llevan a defender las posiciones delictivas de sus carceleros.

El síndrome se conoce por primera vez en 1973, cuando una empleada bancaria en la ciudad sueca de Estocolmo, en condición de rehén tras un asalto fue grabada besando a su captor dando muestras de agradecimiento, de allí el nombre. Otro hecho sonado fue el de la multimillonaria Patricia Hearst que se pasó al lado de sus secuestradores, luego los defendió y participó de sus fechorías. Otro ejemplo, el del grupo de rehenes que fue liberado en Colombia en febrero del año pasado, donde vimos a los exparlamentarios Gloria Polanco, Jorge Géchem y Eladio Pérez en una rara despedida, donde intercambiaron incluso, ramos de flores tras su liberación, o el de Clara Rojas, la candidata a vicepresidente, que tuvo un hijo de un guerrillero en cautiverio con su consentimiento y además justificó no solo su conducta sino muchas del grupo guerrillero.

El exgobernador Alan Jara, puesto en libertad hace escasas semanas en Colombia es claro ejemplo del Síndrome de Estocolmo. En rueda de prensa tras su liberación, tuvo palabras muy duras para el presidente Uribe y su Gobierno, lo acusó de no haber hecho nada por la libertad de los secuestrados en manos de las FARC. Afirmó que el grupo guerrillero, que lo mantuvo privado de su libertad por siete años, no está acabado, por el contrario muy fuerte y renovado con mucha juventud en sus filas, es una apología falsa e inadmisible de los bandoleros. A Piedad Córdoba la destacó como la única a la que tenía que agradecer su liberación. Pero la perla de sus declaraciones fue sobre el tema de los encadenamientos permanentes de los secuestrados, cuando dijo sin abochornarse, que estos no son métodos de torturas sino de seguridad. La conducta de conmiseración que presenta para con los guerrilleros resulta injusta y lacerante para el pueblo colombiano y su propia familia que ha sufrido en carne propia el calvario del secuestro.

Ahora el exgobernador Jara ha anunciado que ingresará a Colombianos por la Paz, un grupo de activistas dirigidos por Córdoba, cuya supuesta misión es luchar por la liberación de los secuestrados pero que se sabe desde hace mucho que colabora con la guerrilla para desacreditar al gobierno colombiano como quedó evidenciado en los reveladores archivos del ordenador del guerrillero Raúl Reyes. Dramático final, solo faltó que les diera las gracias por perdonarle la vida.
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El autor es diplomático.

lunes, 16 de febrero de 2009

EL AJEDRECISTA

El ajedrecista
Guillermo Tatis Grimaldo, hijo


Quién lo creyera, cuando Balbina Herrera anunció intempestivamente la designación de su compañero de fórmula política para la presidencia de la República, ella y su pequeño grupo de asesores debieron pensar que aquella sería una jugada maestra que solo logran los grandes estrategas. Tal es así que no vieron la necesidad de consultar previamente al propio secretario general del PRD y jefe de Estado Martín Torrijos, tampoco a ninguno de los más altos organismos directivos del partido y menos aún a las bases.

Con esto, complacían a Juan Carlos Navarro que estaba molesto porque el círculo privilegiado de Balbina lo había excluido y apartado después de las elecciones internas. De paso, le daban una especie de “contentillo” escogiéndolo como candidato a la vicepresidencia, asunto al que ya éste le había puesto plazo para que lo designaran al cargo de elección. De esa forma se sellaría la unidad del partido, y la fuerza que lograrían les aseguraría una victoria tanto fácil como aplastante.

Sin embargo todo esto demoró demasiado tiempo en llegar, me refiero a tender la mano amiga al precandidato perdedor, lo que evidentemente afectó y finalmente no surtió el efecto esperado, y muy por el contrario las cosas no mejoraron, y Navarro descubrió poco a poco que el ofrecimiento nunca fue sincero ni de “corazón”, sino para sacar provecho aritmético de su fuerza electoral.

Sin embargo, desde las pasadas elecciones internas del PRD, o mejor dicho, desde mucho antes, han sucedido una cantidad de sucesos que han puesto al candidato a vicepresidente Juan Carlos Navarro a ubicarse no solo a la defensiva sino a ingeniarse una estrategia de ataque como la que adoptaría el mejor ajedrecista, decidido a no dejarse hacer el jaque mate.

No se puede ignorar que algo raro hay en el ambiente político perrediano que huele a complot permanente contra Juan Carlos Navarro, para nadie es desconocido que Balbina Herrera se le atravesó en su carrera a la presidencia de la República, que ella desconoció los pactos políticos que juraron en torno al tema y que al calor de esos mismos acuerdos Navarro tuvo que ceder y cambiar sus aspiraciones de dirigir el partido como presidente por una subsecretaria del mismo.

Para colmo de males, el ajedrecista ha descubierto que la conspiración no solo llegó hasta allí sino que se estaba cocinando en secreto acortar la veda de diez a cinco años para la reelección presidencial, orquestado desde Las Garzas y con la diligente ayuda de los diputados mandaderos del oficialismo, con el claro objetivo de cerrarle las posibilidades incluso en el 2014 y entregarle la opción a Torrijos para esa fecha.

Creo seriamente, por lo que veo, leo y oigo, que a estas alturas al ajedrecista lo que menos le interesa es evaluar si Balbina Herrera gana la presidencia. Las razones lucen obvias. No es imposible, pero resulta muy difícil revertir las condiciones actuales de favoritismo que exhibe Martineli, además porque ya no es un secreto las intrigas internas en el PRD, las deserciones, las traiciones descubiertas y el sentimiento de que la campaña va sin rumbo certero, mas bien equivocada, y que la candidata oficialista eligió un discurso malo, esquivo y sin tino, que irremediablemente los ha de llevar a una estruendosa derrota.

Pero estas elecciones serán solo la pérdida de una batalla para el ajedrecista, ahora él tiene los ojos plantados en el 2014 y ha empezado desde ahora a responsabilizar a Torrijos de la corrupción y errores de su gobierno como del descalabro que viene, y de paso dejando sin alternativas ni argumentos a Balbina Herrera. Cada vez que el ajedrecista se asoma a una tribuna, sus ataques son más osados, mordaces, puntuales y mortales que hacen pensar que lo que viene habrá de ser más duro. Y así como cada dolencia tiene su receta y terapia a seguir para mejorar al paciente, en política se trabaja más o menos con esas mismas premisas pero a la inversa, cuando se trata de acabar con el adversario. El ajedrecista ha entrado al campo de batalla denunciando y atacando a sus enemigos visibles, a todos los que él reconoce como conjurados de su causa, para debilitarlos y luego darles el golpe de gracia.

No lo olviden amigos, el ajedrecista irá ahora, luego del 3 de mayo próximo por la cabeza del secretario general del PRD y toda la plana mayor del partido, ya no valen llamados a la conciliación. Entretanto Balbina Herrera, se a convertido en su rehén, pobre víctima de su pretendido invento de jaque al rey.
El autor es diplomático